Rocas talladas por la erosión, impresionan a todo turista que visite estos lares, donde destaca el principio del acueducto pre-inca, una obra de ingeniería hidráulica existente desde hace más de 3,000 años, cuya longitud es de 8 kilómetros aproximadamente.
Desde el inicio del recorrido se puede apreciar a lo lejos formaciones rocosas que embellecen la vista junto al cielo azul. Figuras de piedra como conejo, gallo, camello, descansan en la cúspide de cada erosión, dejando más rocas a la imaginación de cada visitante.